Incluido en el ciclo La Creación del Universo de la Medusa
...y viendo el hombre
que su forma era un desierto
pidió ayuda al universo.
En sus sueños la verdad última le fue revelada:
era hijo de la serpiente.
Se soñó entonces
mujer
y sus cabellos
eran serpientes.
Y todo
por primera vez
estaba bien para él.
Al despertar, supo que había llegado el momento de renacer.
La madre eterna que da vida y muerte
vino en la forma de una enorme nube oscura,
lo tomó en su vientre de nuevo,
lo destruyó miembro a miembro
y una vez devorado en el espacio infinito,
el que fuera hombre
volvió a gestarse dentro de la misma tierra:
Y todo seguía bien para el nuevo ser.
Volvió a nacer con cuerpo de hombre
pero ahora tenía dentro de él
la mirada de la Medusa
y el corazón de la mujer
con serpientes en la cabeza.
Ahora era él y era ella
sin ser ninguno de los dos.
Y tenía claro su destino:
mirar el mundo de nuevo
con la mirada de la Medusa
y decir a todos
lo que aquella mirada traía y lo que habría de ver.