viernes, 30 de abril de 2010

ABRIL 2010


1 de abril de 2010

Olvidar no es fácil, dicen y nos lo creemos. Pero al ver cómo sale el sol cada mañana no tengo ningún recuerdo y sólo veo aquello que es el momento presente, no lo que fue o será.

2 de abril de 2010

Abre los ojos y aprende ahora mismo a ver lo que realmente es, no lo que crees que es.

3 de abril de 2010

Deja de la mente caiga sobre sí misma y se convierta en su propia vacuidad, sólo así podrás sentir la plenitud de este instante.

4 de abril de 2010

Mi corazón abraza en este preciso precioso momento tu corazón. Ya son el mismo y palpitan al mismo son.

5 de abril de 2010

Oír tu silencio es aprender a olvidar todo aquello que nunca fue necesario pero parecía serlo...

6 de abril de 2010

… y estallar en el gozo de tu risa es aprender a recordar todo aquello que siempre fue lo importante pero me parecía vulgar...

7 de abril de 2010

...así, entre un silencio y una risa, pasan nuestras divinas vidas humanas, y sabiendo que todo lo que tenemos es este ahora, nos iluminamos el corazón para proyectar con nuestros ojos amor, calor y entendimiento.

8 de abril de 2010

He estado aquí desde siempre, desde nunca he sido otra cosa que este pedazo de viento que ves. ¿Y aún me preguntas qué espero de ti, hermano? Nada espero, nada que tu alma no me quiera regalar.

9 de abril de 2010

El cielo destilado en este instante, la luz formando el misterio de tu cuerpo, la misma esencia del universo floreciendo en tus entrañas..., cómo no amar cada minuto si todo el mar me fluye por las venas al entender que no hay más que una sola realidad y en ella somos siempre uno y el mismo ser, sin nombres, ni pasados, ni futuros, ni fantasmas de los que huir, ni sueños que perseguir sólo el ser sin más. Lo único siempre real, la realidad del ser

10 de abril de 2010

No he de ocultar mi rostro con la máscara del pasado, tampoco crearé una en el futuro. Lo que ahora ves es lo que ahora soy, nada más.

11 de abril de 2010

Todo se oscurece profundamente justo antes de que la luz esté preparada para volver.

12 de abril de 2010

Piensa sobre esto... ¿acaso tú y yo podemos verdaderamente conocernos o son nuestras ideas sobre nosotros mismos y los otros las que se "creen conocer"? Te invito hoy a jugar el juego de ser humanos sin máscara alguna, sin pensamiento alguno. Nos miraremos a los ojos y simplemente nuestras almas nos dirán que somos una misma esencia que habita cuerpos distintos.

13 de abril de 2010

Aquí, ahora, todo puede suceder, incluso absolutamente nada. Sea lo que sea estará bien.

14 de abril de 2010

La música del silencio también puede hacerte bailar. La pista de baile, no lo olvides, siempre la llevas dentro de ti. Hoy, cuando estés haciendo todas las cosas habituales, hablar, comprar, trabajar, hacer la comida..., intenta bailar al mismo tiempo con tu alma. Te aseguro que te gustará.

15 de abril de 2010

Solamente al perderlo todo empiezas a tener algo.

16 de abril de 2010

¿Quién o qué se oculta detrás de la máscara que yo mismo llamo mi rostro? Déjate caer en el espacio en el que las formas se crean y verás lo que eres de verdad.

17 de abril de 2010

Yo no soy este rostro. Yo no soy este cuerpo. Yo no soy nada de lo que ves, soy eso que no ves pero tu alma intuye y abraza en este mismo momento. Somos hermanos, ¿acaso los ojos de tu corazón no lo ven? Mírame de verdad, no con esos ojos que te han dado, mírame directamente sin ideas ni juicios previos. Sólo así podremos amarnos como lo que hemos sido siempre, formas distintas de un alma única y primordial.

18 de abril de 2010

Hay días en los que mi cuerpo de hombre se expresa como una mujer. Hay noches en que mi mente de mujer se maravilla ante mi cuerpo de hombre. Hay eternidades en las que mi alma que no conoce de géneros, cuerpos o fronteras me susurra quedamente al oído las palabras que dan sentido a todo: eso que tú crees que eres, es lo único que no eres, pero eso que los demás creen que eres, tampoco lo eres..., eres, simplemente, la esencia infinita del mar.

19 de abril de 2010

¿Por qué debería haber siempre un porqué? Sin el porqué, la vida, los actos, simplemente ocurren. ¿Por qué escribo estas cosas cada día? No tengo motivo alguno, simplemente lo hago. Yo mismo soy la acción que realizo. Sin motivo, todo es luz, todo alegría y todo amor.

20 de abril de 2010

¿Por qué buscamos como una prioridad la estabilidad en la vida cuando todo en ella es inestable? ¿No sería mejor aceptar y disfrutar la inestabilidad, el cambio continuo, como lo único estable en la vida? Celebremos pues que nada es permanente, ni el placer, ni el dolor, ni la risa, ni las lágrimas, al fin y al cabo nada empieza ni acaba, la vida y la muerte son tan sólo etapas que señalan otros cambios, otros bellos "mundos" que conocer.

21 de abril de 2010

¿Quieres jugar conmigo al juego de la vida? Es muy fácil, verás, ponte tu mirada de niño y acepta cada segundo de este día como si lo hubieses elegido, esbozando una sonrisa. Si sois felices, hermanos míos, vuestra luz iluminará el camino de los demás y para eso estamos aquí, para ayudar a los que lo necesitan más.

22 de abril de 2010

Hoy os traigo un nuevo juego. Al pasear, mirad a los ojos de la gente e imaginaros que sois ellos, con sus mundos, miedos, tristezas, alegrías y esperanzas. Después volved a vosotros mismos, veréis que no sois tan distintos de ellos. El siguiente paso consiste en mirar el cielo, un árbol, la hierba..., y convertiros en ello. Nada más necesitaréis ya para ser el universo.

23 de abril de 2010

Hoy no tengo palabras que compartir, solamente amor. ¿Acaso necesitamos más?

24 de abril de 2010

Y al levantarme hoy, vi que las palabras seguían sin venir, y que hasta el amor se había ido..., ¿y qué es lo que queda entonces de mí? Nada, absolutamente nada. Cuando dejas de tener amor, tú mismo te conviertes en el amor. Cuando nada tienes como propio, nada puede ya volverte a faltar. Hoy celebro mi verdadero nacimiento en el mundo besándoos a todos y cada uno, sabiendo que somos hermanos.

25 de abril de 2010

Y al despertar, la sonrisa del amanecer me dijo que este nuevo día se había hecho en cada detalle para ti por ser quien eres…, y yo, corriendo lleno de luz y de esperanza, he venido a darte la buena nueva. Fíjate en cada pequeña cosa, todas llevan tu nombre, todas llevan prendida en su esencia un poquito de tu cuerpo. Celebremos, pues, que tus ojos son capaces de reposar dulcemente sobre lo que te rodea. Vuestra luz, hermano y hermana, es mi constancia.

26 de abril de 2010

Veo el mundo girar desde el punto inmóvil de mi corazón, hoy celebro el movimiento a través de la quietud y el silencio.

27 de abril de 2010

Más allá de este momento, de este luminoso día, de esta gota de lluvia, más allá de lo que abarca tu mirada, más allá, recuérdalo bien, no hay nada. Todo lo necesario para ser feliz está presente en el Presente.

28 de abril de 2010

¿Y si me regalaras algo que ni es tuyo ni mío y es, por tanto, de los dos o de ninguno? Si pudieras darme algo creo que elegiría un fragmento de tu sonrisa, acaso una leve caricia de tu mirada. Algo que posees sin poseer. Dame hoy la esquina más olvidada de tu corazón, para mí ese es lugar de belleza, música y poesía. Yo a cambio te regalo una canción y un mediodía.

29 de abril de 2010

Cuando aceptamos lo bueno y lo malo, lo que nos gusta y lo que nos ofende como simplemente "eso que está pasando en este momento", empezamos a ser dueños de nuestra propia vida. Antes de reaccionar a lo que tengas que "enfrentarte" hoy, procura disolverte en la Realidad de cada situación para ser, en verdad, tú mismo y no lo que los otros quieren o esperan de ti que seas. Eso es vivir con el corazón en la mano y el alma en la mirada.

30 de abril de 2010

jueves, 29 de abril de 2010

MARÍA MAGDALENA RECUERDA

Por Francisco José Francisco Carrera
Incluido en el Libro III Los ojos de María Magdalena.

María
besa a Jesús
mientras duerme.

Le mira,
contempla su cuerpo,
escruta las líneas de su rostro.

Se acerca a la ventana y observa
el amanecer en Nazaret.

Recuerda el encuentro.

La fragancia de los huertos en flor
sigue tan viva en su memoria…

Todo el silencio del mundo
se destiló
en el primer abrazo,
en la saliva compartida
del primer beso,
en el deseo naciente
de su sexo,
en su corazón
que despertaba a la vida.

Y todo Él era celebración
de Luz,
toda Ella era la caricia
del Agua.

Y juntos
olvidaron
quiénes era
o habrían de
ser.

Amantes eternos en la noche,
todo parentesco presente
y toda familia obviada
al dejar de ser humanos
para convertirse en la Nada.

Y juntos
aprendieron
a ser el Uno
que da la vida
a los
Muchos.

Palestina
nunca fue
Palestina
desde entonces.





No hubo fronteras,
ni idiomas,
ni siquiera hubo
ya identidad.


Allí
era allí,
donde quisiera
llevarles el viento
del Amor,
donde quisiera
llevarles el abrazo
de Dios.


Y toda la sangre vertida desde el principio de los tiempos
empezaba a secarse,
la herida del mundo,
lo sabían ambos,
habría de sanar,
no ahora,
quizá no en miles de siglos,
pero estaban seguros
de que el AMOR
sería el nuevo credo,
la única y sincera Religión.

domingo, 18 de abril de 2010

MUJER TOTAL

Por Francisco José Francisco Carrera
Incluido en el libro II Mujer esencial.

Todo lo que tengo de mujer
lo he tenido siempre de hombre
y al revés.

¿Y qué importa
mi sexo
si en mis venas
llevo la savia
del universo?

¿Y qué importa si amo
a hombres o a mujeres?

Son sólo cuerpos.

Los cuerpos no son nada más que eso,
cuerpos.

Unos son así,
otros de otra manera,
todos son bellos.

Son forma.

Son materia.

Todos dignos de amor.

Y yo,
mujer total y primera,
amo cada cuerpo por lo que es.

Así,
sin esperar más.

A decir verdad,
he recorrido con mi lengua
millones de cuerpos
desde el principio de los tiempos.

Me quedan por recorrer
muchos millones más.

Y he amado a todos y cada uno
como si fuese el más bello,
y cada uno que he tocado
ha sido para mí el primero.

Pero han sido cuerpos,
diferentes,
parecidos,
callados,
ruidosos,
viejos y jóvenes,
claros y oscuros,

cuerpos,

tan sólo eso,

nada más que cuerpos.

Lo que de verdad buscaba
mientras glorificaba con mis besos
cada centímetro de piel,
lo único que me importaba
no eran los cabellos o los huesos
porque más allá de esa frontera
habitaba lo único que en el fondo
ES.

La esencia pura del amor incierto,
la caricia más cierta del sabor secreto.

Eso.

Nada más.

La mujer total
sabe lo que dice.

Ella misma es Eso.

Y tú,
hombre o mujer,
acaso algo intermedio,
acaso nada parecido,
tú,
sólamente tú
que miras hoy
mi mirada
de Medusa,
tú,
sí tú,
mi amante,
mi cielo,
mi alma misma,
tú también eres
Eso.

Eso que eres
es lo que hace que te ame
independientemente de tu forma.

Tus manos son bellas,
sean como sean,
tus ojos son divinos,
tu sexo más precioso
que todo el oro del mundo,
tus cabellos son el fuego,
tus caderas la tormenta,
tu aliento el mismo viento,
todo tú eres un palacio
que encierra la belleza.

Pero no por esos atributos
eres bello,
seas como seas,
ni por tus manos,
ni por tus ojos,
ni por tu sexo ,
ni por tus cabellos,
ni por tus caderas,
ni siquiera por tu aliento.
Lo que te hace bello
es aquello que no muestras
en tu forma,
aquello que está dentro de ti
desde el principio de los tiempos.

La mujer total
sabe de esa esencia
primordial
pues la lleva destilada
en el silencio
que precede a sus
palabras.

¿Eres capaz
de notar
eso que Es,
eso de lo que te hablo?

¿Eres capaz
de sentir mis labios
en tu cuello,
mi voz
susurrando
un "te quiero"?

Qué más da si tu forma
es de hombre o de mujer.

Qué poco importa eso...

Ven y baila conmigo eternamente,
disfruta de la libertad
que el círculo de fuego
nos concede hoy
pues ya no tenemos miedo.

Ya nada nos es ajeno
y todos los misterios del mundo
están en cada uno de nuestros besos.

Ya nada nos parece feo
y toda la realidad que vemos
nos muestra cuán precioso es el universo.

Déjate llevar por las olas
en la cola de la mujer-pez,
vuela a lomos de la mujer-pájaro,
conviértete en nube y besa a la mujer cielo,
arrastrate por el vientre de la mujer-tierra,
arde con pasión en los brazos de la mujer-fuego,
sumérgete hasta el alma misma de la mujer-agua...

Somos todas la misma,
somos una
y miles más.

Somos lo que quieras que seamos:

la roca, lo noche, la muerte,
la vida, el silencio, el mar,
el sueño, la llama, lo oculto,
el beso, la espiga, el puñal.

Somos la luz y la oscuridad más profunda,
somos el pricipio y el final.

Estamos llamando a tu puerta,
¿acaso no nos dejarás entrar?




MUJER-PÁJARO

Por Francisco José Francisco Carrera
Incluido en el libro II Mujer esencial.

La mujer-pájaro
lleva la semilla
del perdón
en la mirada.

La mujer-pájaro
muere de amor
cada vez que oye
el aliento del océano.

La mujer-pájaro
lleva en su pico
heridas que sangran
el rocío de la mañana.

La mujer-pájaro
ha sido hombre
en otra vida,
pero no lo recuerda.

Los ojos de la mujer-pájaro
son como fuego líquido,
su boca es un misterio de azul
y su sexo es tan hermoso
como hermoso es el universo.
Pero lo que hace de ella
una maravilla infinita
es el tejido oculto de sus alas.
Las alas de la mujer-pájaro
son las manos de Dios
cuando acarician el cuerpo
desnudo de la Diosa.
Cuando aquello que es Uno
siendo Dos hace el amor
con el amanecer y el polvo
estelar cubre el espacio
infinito llenándolo todo
de vida
y de amor
y de amor a la vida,
a la vida y a la muerte,
pues son la misma.

La mujer-pájaro
ama profundamente
a su hermana-amante,
la mujer-pez,
desde antes de que fueran
ambas concebidas
en la mirada absoluta
de la realidad primera.
La mujer-pájaro
y la mujer-pez
son una y la misma,
pero a la vez
son completamente distintas.
Son un ser de dos caras,
la una alada,
la otra con escamas,
aire y agua mezclados para siempre.

Y se aman tan devotamente
que han empezado a transfigurar
su antigua forma.

La mujer-pez
empieza a desarrollar alas
en su espalda,
la mujer-pájaro
ya muestra
su rostro escamado.

Y yo,
hombre entre los hombres,
mujer entre las mujeres,
ni hombre ni mujer
entre lo que no puede ser
en modo alguno
masculino o femenino,
yo,
simplemente sueño
con estas sirenas de aire y de agua,
sueño que toman mi cuerpo
y lo desgarran,
sueño que me devuelven
mi identidad primera,
antes de tener cuerpo de hombre,
mente de mujer y alma de universo.

Ya soy uno entre sus labios,
como una unidad son,
al fin y al cabo,
la mujer-pájaro y la mujer-pez.

viernes, 16 de abril de 2010

MUJER-PEZ

Por Francisco José Francisco Carrera
Incluido en el libro II Mujer esencial.

Mis escamas
tienen cada una
la esencia pura del mar,
la llama sagrada del fuego
del amor,
la arena terrosa
que sustenta las montañas
y el mismo azul
del cielo que está
a punto de estallar

Habito
el océano
del tiempo
y todo lo que
siento
es este
momento.

He recreado
los lenguajes
de los hombres
y las bestias
a través del
silencio abisal.

Con mis distintos
grados de silencio
soy capaz
de escribir
libros enteros
en los que narro
el origen de la vida.

Pero estoy buscando
a la mujer-pájaro
y aquí, en este entierro
de agua salada
no veo forma de encontrarla.

Quisiera sentir sus
pechos emplumandos
palpitando en mis labios
humedos y sedientos.
Quisiera sentir su afilada
boca acariciando mi cuerpo
entero, centímetro a
centímetro.

Por eso cierro los ojos
y rezo a menudo,
más allá de mí
sólo está Dios
y más allá de Dios,
la Nada entera.

Soy verdaderamente feliz
porque sé que la mujer que vuela
será también la que surca
las aguas.
Sé que nos buscamos
porque creemos no estar
juntas,
pero sé también
que ella y yo misma
somos la moneda que sólo
alcanza su valor a través
de sus dos caras,
el niño que ya lleva
en sus juegos al viejo,
la madre que trae a su hijo
con su muerte,
el beso que en su placer
da cabida a la agonía,

somos dos y somos una.

Somos una, sí,
pero también
somos y siempre hemos sido
dos.

jueves, 15 de abril de 2010

MUJER DE CIELO

Por Francisco José Francisco Carrera
Incluido en el libro Mujer esencial

Hay momentos

en los que recuerdo
la voz

y entonces

dejo

que

la lluvia

escriba
tu
nombre

en mi espalda.

Desde arriba
todo es ligeramente distinto.

Pero yo siempre supe
volar.

El cielo
es mi piel
al amanecer.

Las nubes
son mis senos
en tus manos.

El sol
tu sonrisa
al atardecer.

Los pájaros
son tus besos,
la brisa,
tus caricias.

Te amo tan profundamente
que cada vez me resulta más difícil
saber quién o qué soy yo misma,
quién o qué, tú.

Soy la mujer de cielo,
llama asuta que derrite el hielo,
y en el agua y en la tierra
estoy buscando tus huellas,
querido mío,
y en mis ojos y mi boca
llevaba destilada
tu esencia
incluso antes de probarla.

Tu sabor es mi sabor,
tu silencio, mi palabra.

miércoles, 14 de abril de 2010

MUJER DE TIERRA

Por Francisco José Francisco Carrera
Incluido en el libro II Mujer esencial.

Hoy
he cedido

por fin.

La verde hierba
ha cubierto mi corazón
astillado.

El dolor
se había vuelto en los últimos tiempos
insoportable.

Cerraba los ojos
y la creación misma
se hundía
en cada centímetro de piel,
no dejaba de sangrar
y las heridas crecían.

Abría los ojos
y sólo tu rostro
entre la bruma
me traía algo de paz.

¿Has probado
a ver las estrellas
cuando no están?

Parece una tontería,
pero funciona.

Lo cierto
es que las estrellas
no están
donde tú crees,
no están en ningún lado,
¿sabes?

Cuando aprendes a verlas
según tu voluntad,
el mundo se vuelve enorme,
bestial,
y dejas de tener una casa,
un nombre,
una identidad.

Te conviertes
en la palabra
Creadora
y das la vida
y la muerte por igual.

Soy la tierra,
el barro fresco,
soy la arena mojada
del mar,
soy la simiente
que se fecunda
a cada instante
y a cada instante
se marchita
sin cesar,
soy la boca del infierno,
paraíso terrenal,
soy el alfa y el omega,
soy el amargo principio
y el dulce final,
tierra a cada instante,
polvo primordial...

Pero ven,
mi dulce amante de fuego y de agua,
ve a mí
en la noche,
como lo haría un ladrón
enamorado,
ven a mí
y yace junto a la madre tierra
que todo lo comprende
porque nunca cuestiona ni critica,
simplemente, está.

martes, 13 de abril de 2010

MUJER DE FUEGO

Por Francisco José Francisco Carrera
Incluido en el libro II Mujer esencial

...y si todo lo que me quedara hoy, en este minuto, en esta respiración
fuera
el sabor de tu lengua
en la mía,

si todo lo que hoy tuviera
fuera el tacto de tus dedos
en mi piel,

si nada más permaneciera en mi mirada
que tu cuerpo desnudo
que daba vida al frescor de la mañana,

si mi mente hubiera ardido
y consumida estuviera
siendo la ceniza del amor
su nueva forma,

si este fuego que me recorre
se apagara de repente,

nada importaría ya
pues he aprendido a volverme el universo
y la muerte es tan sólo
una suerte de viaje
hacia una tierra de silencios,
nada más,

y yo no sólo soy el fuego,
soy el silencio,
la tristeza,
la esperanza
y mucho más,

pero seguiré ardiendo en tus pupilas,
mi amante de sal y de escarcha,
seguiré a tu lado,
besando tu mismo aliento,
arrancando tu armadura
con mis manos desnudas,
restregando mi alma inerme
contra el abismo de tus labios,

y todo lo que siempre hemos sido,
cariño mío,
es lo que siempre será,

y todo lo que ha sido siempre,
mi vida entera,
es lo que siempre será,

Nada menos,
nada más.

lunes, 12 de abril de 2010

MUJER DE AGUA

Por Francisco José Francisco Carrera
Incluido en el libro II  Mujer Esencial

Ser mujer de agua
es todo lo que siempre he sido.

Esta voz que está hecha de silencio.

Este sexo que es acero y seda a la vez.

Estos ojos, esta lengua, estas alas.

Soy mujer de agua.

Canto por las noches,
esperando tu llegada.

Siempre he estado enamorada,
siempre desde que yo recuerde.

Cuando era niña,
mi padre me llevó un día al bosque,
me tapó los ojos
y me enseñó a escuchar
los rayos de sol
y a ver el corazón de los árboles,
me enseñó a cambiar de forma
a mi antojo,
me dijo cómo podía volar.
Aquella mañana
me enamoré por primera vez,
mi esencia de agua
besó el entramado mismo
de la creación.

Y así,
esta mujer de agua que soy
supo
que habría de seguir enamorada
hasta el día de su muerte.
También la amaré a ella,
profundamente.

Pero hoy,
sólamente por hoy,
déjame jugar con tu cabello
y hundir mi dorado aliento
en la sima de tu vientre.

Hoy,
mi corazón de corazones,
no soy ni yo, ni tú,
soy el mismo viento
y tú,
amado mío,
el mismo reflejo del agua
que recorre el firmamento.