martes, 16 de octubre de 2012

ENAMORADO DE NUEVO


ENAMORADO DE NUEVO
por Francisco José Francisco Carrera

Era un sortilegio de luz
que no entendía.

Era silenciosa como un alba
ensombrecida.

Era tan bella como bello
es el amor que muere
de amor y de tristeza.

Era la mujer de las estrellas,
la espina venenosa,
el rostro mismo de la muerte.

Y nos amamos en sueños
para al despertar odiarnos.

Pero hoy sé que estás aquí,
que no te has ido,

sé que te amo, y no entiendo
por qué me dejaste de querer

ni si voy a ser capaz
de vivir sin ti y sin tus besos

que cifraban la dulce hermosura
del más prodigioso amanecer.

martes, 9 de octubre de 2012

LOS AMANTES


LOS AMANTES
por Francisco J. Francisco

No había tarde que los misterios de tu cuerpo no llenaran mi corazón,
saciado quedaba, saciado y tan pleno de hermosura, que nada más deseaba.
Eras mi amante eterna.  Precioso diamante tallado en la mañana.
Tus labios de plata rezumaban ambrosía y fuego líquido.
En ti moría y volvía a renacer sin pausa y como por arte de magia.

Y cuando llegaron, el universo tembló ante la negra violencia
de las espadas y las lanzas. 
                                             Las llamas devoraron los recuerdos, silenciosas,
y nuestras voces tornáronse ceniza para siempre, mas no así nuestro amor.

viernes, 5 de octubre de 2012

ENCUENTRO CON LA REINA DE CORAZONES



ENCUENTRO CON LA REINA DE CORAZONES

por Francisco J. Francisco

Dime,
¿buscas la felicidad?
Yo ya he dejado de luchar,
espero mi muerte
para volver a renacer.
Es el ciclo de la vida.
Pero mira,
recuerdo las noches
en Esmirna
y todo duele y sabe a jazmín,
vino dulce y noches de puro amor
hasta romperme el corazón.

Y pensar que he sido joven,
y saber que hubo tiempos
en que el gran Protector del Reino
bajó hasta aquí
para pagar con oro
mis ojos y mis palabras
y en alguna ocasión y
incluso el fuego de mi pasión…

Pero dime de nuevo
¿quieres en verdad ser feliz?
Hazme caso
y toma esa jarra de ahí
acércate hasta la ventana
y mira cómo la luna
no pide nada y nada espera,
bebe entonces
y no preguntes más
hasta que vayas a morir…