miércoles, 20 de noviembre de 2013

NO ESPERAR NADA DE LA VIDA

por Francisco J. Francisco Carrera

No esperar nada de la vida
para que así la vida entera
se te ofrezca,

abrir los ojos cada mañana
y sentir que el mundo
amanece sólo para ti

eternamente por un segundo

y descubrir hoy el olor del café
aunque hayas tomado tantas
tazas que no recuerdas

cuándo bebiste la primera.

Y sonreír en silencio
y no esperar ya nada
de la vida
que la vida
al fin
no tenga a bien
ofrecerte.


domingo, 6 de octubre de 2013

AKASHA SOMBRÍA

F. von Stuck, Die Sünde, 1983
Hay un número de poemas que se me escriben de una manera muy muy rara y que me superan, no sé ni cómo escribirlos ni cómo no escribirlos: me cogen, me zarandean y pasan de mí y a través de mi, se escriben y ahí se quedan. Luego algún amigo que lo lee, me pregunta, ¿tú que te habías metido pa escribir esto? Y yo, que no me meto nada, simplemente sonrío, luego me piden que se los explique, y nada, no tengo mucho que decir. Suelen nacer de una imagen, de una canción, de un sueño... No me suelen llevar mucho tiempo y cuando los leo al pasar el tiempo no recuerdo nada de ellos y los podría haber escrito cualquier otra persona. Hoy, antes de empezar a trabajar en mis cosas más docentes, me ha pasado con este, que se me ha escrito él solito. 

AKASHA SOMBRÍA
por Francisco J. Francisco

Destronado en su presencia
los labios mostraban
los rastros absurdos
de la vida derramada.
Junto a su sangre
cerraban los ojos
los viejos perros
silenciosos del dolor
y la plata suspiraba
con cierto sabor
a luna y esperanza.

Con un gesto
señaló el fuego,
con su otra mano
recogió el puñal.
Levantamos los ojos
y, casi desnudos
y aterrados,
no pudimos evitar
llorar al ver
la extrema crueldad
de su hermosura.

domingo, 29 de septiembre de 2013

LAS TRISTEZAS DEL AMOR

Lady Godiva de John Collier
Por Francisco J. Francisco Carrera

Eran sus ojos
un dulce entramado
de locura.

Sus labios
salvajes
rasgaban
el cielo.

Era ella
la oscura,
la secreta
pócima
en la redoma
del deseo
y la tristeza.

Era también
la belleza
encarnada
y la preciosa
tempestad
que estalla
en la mañana.

Y yo,
loco de amor y agonía,
eternamente oscurecido
ante su cuerpo,
yo la miraba,
rezaba a las piedras
y a los bosques
y a los ríos y las fuentes,
sabiendo que nada,
nada ni nadie en el mundo,
había ahora
que la había visto,
que me pudiera enamorar
y que mi vida sin ella
sería un destierro
y un olvido
y un terrible vagar
por las tierras de los hombres
que no podría soportar.

miércoles, 1 de mayo de 2013

HIEROS GAMOS

por Francisco José Francisco Carrera


De la dulzura de su labios
nacieron universos,
estrellas
y poemas
hoy olvidados.

Recuerdo cuán tenue era la luz
del templo,
cómo su suave piel
rozaba mi cuerpo
y yo sentía el silencio
recorrer mis venas
en la certeza de que
nunca más tendría
sentido amar
por amar.

El zigurat era un mundo
inexplorado
y el olor a incienso
impregnó mi corazón
ya para siempre.

Hicimos el amor
sobre una cama
con forma de luna,
eso al menos
lo recuerdo,
hicimos el amor
oyendo cómo
fuera nos hablaba
el mar,
cada ola, una palabra,
cada rayo de sombra,
una tempestad.

Espero aquí a que
el sueño teja nuevas
historias,
espero por fin
la llegada de un velero
oscuro y sin nombre
y ya nunca más
despertar.

jueves, 18 de abril de 2013

CON UN POEMA DE BORGES EN LA CABEZA Y A MI AMIGO JUAN EN EL CORAZÓN

Zigurat de Ur


Por Francisco José Francisco Carrera
Porque sé que somos luz y también sombra,
porque llegamos a ser reales cuando aceptamos lo irreal,
porque viniste y yo no estaba,
porque no estuve hasta tu llegada,
porque a veces acertamos con nuestros errores clamorosos
y otras erramos el paso aunque digan que dimos en el clavo,
porque el conocimiento existe en el vacío primigenio
que da lugar a las formas y las ampara,
porque el café a veces sabe a cielo y el cielo a melocotón,
porque los ángeles caídos abrieron las alas y su batir
nos hizo vibrar de emoción,
porque soñamos con la vida y vivimos desde entonces este sueño,
porque lo deseado, lo alcanzado y lo perdido son aristas imposibles
de un imposible y frágil corazón,
porque las imágenes que nos configuran las crearon los griegos y los persas
aburridos de la perfección inútil de sus Dioses,
porque en el eterno Zigurat de la noche supimos del néctar del amor
y lo perdimos para alegrarnos cada vida al volvérnoslo a encontrar,
porque en los ritos descubrimos que las formas son sagradas
y en la luminosa esencia primordial batimos alas enormes
para crear esta hermosa realidad.

Porque así lo entiendo hoy,
porque así no lo habré de entender mañana,
brindo con el vino dulce de tus ojos,
hermano mío,
brindo y me voy a galeras contigo
si hace falta
y si el destino así lo exige
contigo cruzaré el desierto de la vida
en su cruel y romo batallar.
He dicho.

viernes, 5 de abril de 2013

PARA CUANDO NECESITES DERRUMBARTE

Por Francisco José Francisco Carrera
“Come, I’ll make you some tea”.
“No, no tea, nothing, I just need to crash”.
(J. M. Coetzee, Disgrace)

Deja el sabor a polvo
en el armario oscuro
en que te has encadenado.

Detrás de ti sólo el sueño
palpita, el deseo se encarece
y sientes sangrar viejas heridas.

Pero mira, todo florece tras la ventana
mientras tu corazón recita
poemas que aprendiste siendo niño.

Para cuando necesites derrumbarte,
colega,
estaré aquí

y cuando quieras volver a tu vida
estaré dispuesto a seguirte
aunque deje atrás la mía.

NIÑA CON OJOS DE ARCOIRIS


Por Francisco José Francisco Carrera

La niña comía rayos de sol con la mirada,
acariciaba con los labios el cemento,
sonreía y canturreaba dulcemente:
era feliz y se le notaba.

La niña crecía cada día en hermosura,
no en esa hermosura de revista y pose vano,
su belleza simplemente consistía
en ser feliz y demostrarlo.

La niña sabía que el mundo era un teatro
y que vivir era jugar a ser humano,
no había olvidado que su origen
estaba más allá de las estrellas.

Los ojos de la niña conjuraban los colores
y a veces, cuando hablaba,
su voz olía a hinojo y hierbabuena,
todo en ella era belleza.

Y cuando la niña se hizo mujer
el universo fue su cuerpo,
un mar infinito palpitaba
entre sus senos
y los ignotos rojos
de sus labios
encendieron
cada triste calle
con el fuego absoluto
de la vida
y el sabor
oscuro y luminoso
que otorga,
cuando llega
de repente,
la pasión.

jueves, 4 de abril de 2013

LOS LIBROS Y LOS CUERPOS EN AMOR

por Francisco José Francisco Carrera


Porque más allá del poema
está el poema,
porque más allá de la vida
está la vida
y porque detrás de tus ojos,
amor,
existe un universo paralelo
de dulzura
que se agita
eternamente
sin mirar atrás.

Por todo eso,
querida mía,
por todo eso y
simplemente porque sí
y porque no
y porque siempre
y porque nunca,
he venido aquí
con el secreto de tu nombre
entre las uñas
y dispuesto a morir por ti
pero sobre todo preparado
al fin
a vivir contigo.

Dicho queda,
nada ya me hará volver
a lo oscura e infame
cobardía
de no vivir a tope
cada día:
seré llama
en tu cama
cada noche
y agua fresca
en tus labios
sedientos de pasión
al despertar.

Lo demás
lo escribiremos juntos,
lo demás,
corazón que palpita
como palpita el sol,
es una historia
que los dos
habremos de escribir
en esos libros preciosos
que son ahora nuestros
cuerpos que se abren
al amor.

martes, 26 de marzo de 2013

Un poema en busca de un título...

Este poema formará parte de mi conferencia sobre Poesía e igualdad..., lo compuse para la ocasión pero tengo un pequeño problema, no le encuentro un título, ¿se os ocurre alguno?
Besos.


Hoy,
como te lo cuento
me he venido para la uni
al seminario este interdepartamental
que va, dicen,
sobre la igualdad,
o la diferencia
y algunas cosas más,
Y he venido,
te lo digo
y te lo cuento,
así,
bien gozoso
a una nueva charlita
dispuesto y deseoso
de aprender algo más.

Pero yo me pregunto,
qué narices queda ya por saber
si todo nos lo cuentan
en los periódicos,
en la tele,
en el jodido internet,
en el twitter y en el facebook
nos hablan y nos muestran
todo lo que pasa sin cesar,
las muertes, la tortura, la codicia,
el horror infecto de la guerra
y el puto asco de morirse de hambre,
de perder el coche la casa y hasta las ganas de vivir,
de ver marchitarse ilusiones y esperanzas,
de no encontrar trabajo
o de no parar de trabajar,
de estudiar, de hacer exámenes,
preparar oposiciones
(¡me dan ganas de gritar!),
de esa pesadilla en que han convertido
la vida las almas grises
de un poder corrupto
y oscuramente envilecido
con años de sangre y de fuego.
Todo nos lo cuentan,  joder,
todo nos lo cuenta una y otra vez,
nos lo cuenta y nos lo cuenta sin parar,
lo repiten, lo cambian de formato
pero sigue siendo igual:
el mismo ritmo aburrido,
la misma canción mecánica y repetida,
el mismo baile estúpido y sin sentido,
la misma mediocridad.

Y yo aquí,
alumno universitario
o profesor
o simple caminante
resguardado de la lluvia soriana
y sin nada mejor qué hacer
este martes por la tarde,
y aquí estoy yo
también,
calvo y lunático
ebrio de poesía y libertad
y con el profundo deseo
de entender de qué
va esto del mundo,
hoy,
repito,
martes 26
a las 6 de la tarde
en el Campus de Soria,
aquí estoy, digo,
con cara de no saber
ni por dónde me da el aire,
en la universidad,
en una conferencia
sobre poesía, ya ves tú,
sobre poesía e igualdad.
Y habrá gente que piense
un poema, qué coñazo,
Un poema, venga ya,
no me vengas tú con versos,
dame algo, sí,
dame algo pero que por fin
sea de verdad,
algo genuino, algo cierto,
algo que me explique
por qué narices olvidamos
que de niños,
¿lo recordáis?
sabíamos cómo volar.

Y claro, yo,
que estoy aquí,
que leo y escribo versos
sin parar,
que amo  la poesía
como si fuera un amigo más,
y que a pesar de todo
creo en la Universidad,
creo sobre todo en la enseñanza,
en el amor
y en la Verdad,
yo, digo,
os miro,
escucho vuestros corazones palpitar,
siento la luz de vuestros ojos iluminar
cada rincón de este salón de actos
prendiendo el fuego absoluto de la vida
en cada frágil, secreta respiración,
os miro,
digo,
y con un suspiro
y una voz de trueno
confío en que en verdad
esto sirva para algo,
porque quiero que sepáis
que la poesía, colegas,
es un medio para
entender de verdad,
pero esa verdad que de verdad
sirve para algo,
que sirve, por ejemplo,
para entender qué
es en verdad la diferencia,
qué es en verdad la igualdad.

miércoles, 13 de marzo de 2013

LEONOR DE AQUITANIA Y EL CORAZÓN DE LO LÍRICO

Esta tarde tengo la suerte de dar una conferencia sobre Lenonor de Aquitania en el Campus Universitario Duques de Soria sobre Lenonor de Aquitania.  El título que decidí ponerle a la conferencia es el siguiente: LABIOS QUE ILUMINAN, OJOS QUE SUSURRA: LEONOR DE AQUITANIA Y EL CORAZÓN DE LO LÍRICO.

Mi intención es centrarme en una suerte de "relectura lírica" de algunos pasajes de su vida, quisiera desarrollar un viaje un tanto poético, como suelo hacer si me dejan, y me suelen dejar, para ver dónde llegamos, sin pensar realmente en una meta y disfrutando del trayecto.

Quiero agradecer desde aquí su apoyo y ánimo al grupo Antígona, tan necesario todavía en estos días, y a la Universidad de Valladolid, sin ellas, es obvio, mi conferencia no hubiera tenido lugar.

A lo que iba, quisiera recoger en este blog tan "femenino" algunos de los poemas que he compuesto para tal ocasión, para que si tenéis interés en leerlos y no pudisteis asistir a la conferencia podáis hacerlo.

El primero se lo he dedicado a la luz y agua de mi vida (no sin motivo llevo tatuada su esencia en mi muñeca derecha, y qué daño, por cierto, me hizo dicho tatuaje, yo pensando que no me iba a doler y casi me arranco del susto mis pelos de calvo...), Raquel, mi mujer, mi amante, mi amiga, mi confidente, mi secreto más oculto y mi más cantada dulzura, mi, sobre todo, compañera en el viaje de la vida; en este poema recreo uno de los días de fiesta durante la boda de Luis VII y Leonor en el palacio de Ombrière.

El segundo lleva por título Leonor y Enrique, su segundo marido y futuro rey de Inglaterra y soberano, junto a su mujer, del Imperio Angevino.  Este va dedicado a mis queridas amigas de la asociación Antigona de Soria, ellas hacen tanto por la igualdad de la mujer que no sabría muy bien por dónde empezar aquí a elogiarlas.  Baste, pues, este beso enorme que les envío con sabor a luz y cadencias de esperanza.  Del poema me apasiona la figura del dragón..., tan típicamente septentrional y, en especial, inglesa.

En el poema sobre Melusina vuelvo a mis escritos mitológico-narrativos en verso, género que me encanta y que suelo frecuentar (Aracne, Medusa y tantas otras he cantado ya, qué guay...).  Lo cierto es que hacía mucho que no escribía en total estado de flujo poético-narrativo y en gran medida la inspiración me ha venido de esa nueva amiga que he conocido desde siempre a través de una de las asignaturas que imparto en la Uned como tutor (I am glad our paths crossed, Ana, thanks for being there, here, or somewhere in between, thanks for being, just that, anyway).

Pero vamos a lo que importa, que como siempre son los poemas..., gracias por seguir ahí, lind@s, hala, un besazo en to las tochas, por precios@s, precis@s y por siempre preciad@s.

Nada más, que espero que os gusten.


LEONOR EN EL PALACIO DE OMBRIÈRE
por Francisco José Francisco Carrera

para Raquel,
luz y agua y fuego de mi vida,
tus labios fueron el viento,
tus ojos la tempestad...

Levantaba sus ojos de doncella
bajo el estrellado manto
del palacio de Ombrière.
A su derecha el príncipe
sonreía asustado,
era un mundo nuevo
el que habrían de descubrir
aquella incierta tarde
en el reino de Francia.

Leonor susurraba una canción
de su cálida Aquitania
ante el rostro macilento
de Luis que callaba,
su juventud reflejaba
los destellos de la gloria
a cada gesto,
a cada suspiro se encendía
un corazón ya impregnado
de ilusión.

Los labios dotaron de silencio
las estancias,
los ojos sellaron el amor.
El resto, lo sabéis, es ya historia
y la historia es un sueño
que solamente es verdad
en los libros que fueron
escritos por amor.
 

LEONOR Y ENRIQUE
por Francisco José Francisco Carrera

para mis amigas de Antígona,
que van haciendo realidad
lo que parecía imposible
algunos años atrás

Los ojos
fueron el fuego,
la voz sabía
al musgo viejo
de los celtas,
todo en él
le recordaba
la gloria
de los imperios
que murieron
cuando el mundo
era joven.

Leonor soñaba
con Enrique
aun antes de saber
de su existencia.

Enrique el dragón
normando que habría
de ceñirse la corona
blanca de Albión.

Leonor, la dulce voz
de Aquitania que fue
a su vez reina
de los adustos francos.

Hoy, siglo xxi y ya cansados,
soñamos con ellos,
poderosos y dulces,
como si de dioses se tratase.

Pero si cerramos los ojos,
creedme,
la reina volverá a ser princesa
y la princesa volverá a ser dragón.


LA HISTORIA DE MELUSINA
por Francisco José Francisco Carrera

to Ana,
my new old soul-sister,
forever-blooming spirit
who knows the truth of the world


Dicen las leyendas
que la mujer fue
el primer ser de la creación
en darse cuenta
de que beso y verso
son lo mismo,
que besar y versar
son formas de traer la vida
a la dulzura de las formas
y que la vida,
nadie lo pondrá en duda,
es lo único que importa
y lo único que ha de importar.

Así que, queridos míos,
abrid los ojos y también el corazón,
pues quiero contaros la historia
de la bella Melusina
a través de mi canción.

Las brumas de Escocia
eran la patria de Elinas,
el Gran Rey de pelo blanco,
y las viejas historias del lugar
nos recuerdan cómo
éste se encontró con la bella Pressina
al borde de una fuente
oscura y luminosa a la vez,
y allí entre el musgo y la roca
le prometió amor eterno.
Pressina, la de ojos de huracán,
no emitió sonido alguno
pero sonriendo
le besó.

Quedó el pacto sellado
y sellado quedó su amor.
Tres bellas niñas nacieron
de la dichosa unión,
tres hermosas criaturas 
preciosas, preciadas, precisas,
tres fueron, fueron tres.
Melusina fue la primera
con sus ojos de cristal,
después llegó Meliot,
cuya voz era de seda,
y Palatina al fin,
silenciosa y enigmática
como la lluvia
oscura de Escocia.

Nada podía traer mayor felicidad
a aquellas gloriosas tierras,
pero el hombre es impaciente
y se tiende a desesperar
aun cuando la buena suerte se repita,
y así Pelías, el querido rey
de Escocia,
no dejaba de preguntar
a Pressina que de dónde venía,
que cuál era su verdad,
que le contara todo,
que diese detalles sin parar.

Y tanto insistió que los hados
le premiaron con un castigo sin igual,
descubrió el secreto
que debía haber permanecido oculto,
su mujer era un hada,
de ahí sin igual.

Pressina, pues,
maldijo a su marido y entristecida
se marchó de vuelta
a la Isla perdida llevándose
a sus hijas consigo.
Pero Melusina, intrépida y salvaje,
quiso cartas tomar
y castigar aún más al viejo
y estúpido rey
que no se supo conformar
con la mayor Felicidad.

Así, lo encerró en un lugar inaccesible
allí, pensaba,
tendrá la ignota eternidad
para por fin escarmentar.

Su madre no entiende
tal afrenta
y la espiral de venganza aumenta,
ahora es ella
quien castiga a Melusina
y le dice, mirándola a los ojos:

"cada sábado por la noche,
hija,
en serpiente
desde los pies a la cintura
te convertirás".

Melusina
llora y grita,
corre sin mirar atrás
y acaba llegando a Poitou,
allí ve a Raimondin de Lusignan
y se enamora.
La luz recorre sus corazones
y se unen en el dulce amor
de los cuerpos que no temen nada más,
se enamoran,
se unen en cuerpo y en alma,
se juran eterna fidelidad.

Sólo una cosa le pide Melusina,
que no intente nunca
saber qué hace ella
los sábados por la noche,
sólo eso, nada más.

Pero la historia se repite,
y tras años de inmensa alegría
Raimondin necesita algo más,
quiere saber,
trocar felicidad por verdad,
y como el padre de su amada
descubre al final el secreto:
encuentra a Melusina
en mitad serpiente convertida
dentro de una fría gruta del lugar.

Ella levanta la mirada,
lo ve y entiende que ya
no hay vuelta atrás,
ha llegado el momento
de avanzar un paso más,
grita y siente su cuerpo
dejar atrás el agua y el frío
tacto de las rocas,
llega el calor, las alas
y el aprender a volar.

Es un pájaro y desde ahora
surcará majestuosa los cielos
cuidando de los suyos,
creando y creyendo,
para siempre transformando
el mundo con un amor
profundo y dadivoso
que nunca habrá de cesar.

Esta es la historia de Melusina,
la historia de una mujer alada y acuática,
la historia de quien no conoce más límite
que aquellos que ella misma decida,
que nada, vuela y camina por igual,
Melusina es ella misma
y tú, que me escuchas,
eres tú y por eso,
querida mía,
ya eres también especial.